La formación es fundamental para asegurar unos buenos cimientos. Un enfoque práctico y vivencial es clave para aprender e incorporar nuevos conocimientos, habilidades y, en definitiva, nuevas competencias.

Para que la Formación funcione trabajo siempre sobre 3 pilares:

Reflexión Aprendizaje Acción

Nuestro enfoque: la formación vivencial; es decir, aquella que permite a los participantes experimentar, probar, compartir con los demás sus conocimientos, crear modelos y definir planes de acción para aplicarlos.

La formación, sea presencial o a través de las nuevas tecnologías y plataformas de E-learning, facilita el aprendizaje en grupo. Por ello, las dinámicas deben estar orientadas, escogidas y diseñadas para que todos y cada uno de los participantes puedan aportar, contribuir, sacar lo mejor de sí mismos y, sobre todo, saber cómo aplicarlo a su entorno.

Por experiencia, siempre hay una pregunta que deberíamos considerar al diseñar un programa formativo: ¿cuál es el impacto de la inversión en formación que he realizado en mi equipo?

La identificación de indicadores, medidas de evaluación y seguimiento individualizado tras la finalización del curso/s son parte fundamental de los proyectos formativos que realizamos